Profesor de Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto.
El principal reto de ERES residía en la identificación de colectivos minoritarios que sufren una falta de representación y, por tanto, una exclusión de la narrativa hegemónica del emprendimiento social. Desde este reto sociológico complejo, el Doctor en Ciencia Política y Sociología Braulio Gómez, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Deusto, decidió acompañar al equipo ERES, en la creación de la encuesta abierta que ha servido como registro cuantitativo y cualitativo de la situación de emprendedores sociales diversos en España, y a su vez, como un radar atento a nuevos perfiles de emprendedor social con los que generar un nuevo ecosistema más diverso.
Este diagnóstico rompe las barreras y gira los enfoques habituales de los que se aproximan a las minorías y a la población migrante en España con la intención de ayudar o de visibilizar su situación. En primer lugar, no ha renunciado a encontrar las propias voces de los que son una super minoría dentro de las minorías y la población migrante: Los emprendedores sociales. Como en todos los trabajos sociológicos que trabajan con un universo reducido, disperso, desconectado y en ocasiones en situación irregular, se han activado antenas de confianza para poder hacer llegar encuestas creíbles y crear las condiciones de seguridad necesarias para que las respuestas sean válidas y fiables. Se ha generado una complicidad que ha permitido producir material cualitativo de indudable valor y se ha devuelto la información recogida a las voces que sitúan su propio relato deseable desconectado de las narrativas dominantes que ellos nunca contribuyeron a construir.
Es muy importante respetar esas voces representativas de las minorías y trabajar en la deconstrucción de las dos narrativas dominantes que polarizan nuestras sociedades, donde desde el bloque más conservador se excluye, margina, cuando no se odia directamente a la población migrante y desde el bloque progresista se ha genera una protección basada en los valores, los principios, la solidaridad y la ayuda humanitaria. El diagnóstico innovador y único que se ha recogido en ERES no se identifica en esos discursos y se abre a una narrativa propia donde tienen más peso otros ingredientes relacionados con la igualdad de oportunidades, el apoyo al talento, la formación empresarial orientada al liderazgo o la revisión de los marcos legales y la optimización de los procesos administrativos.
Vamos a volver a mirar lo que dicen los migrantes que emprenden, que quieren emprender o que apuestan por la innovación social como forma de vida en nuestro país. El 81% cree muy importante contar con ejemplos de éxito y modelos a seguir de emprendedores sociales migrantes y de minorías en España. Eso quiere decir que apuestan por promocionar la excelencia y la capacidad de aportación como una narrativa que les vincule no sólo a la utilidad, sino a visibilizarse como motores de nuestra sociedad.
Cuando les preguntamos por las medidas que más podrían ayudar a que hubiera más emprendedores de éxito en España, la menos valorada es la de las campañas de sensibilización y promoción de la diversidad.
Si les dejaran construir su propio marco de interpretación y de identificación no recurrirían a la promoción de valores como la diversidad o la inclusividad como un fin en sí mismo. Ellos y ellas quieren más herramientas para demostrar no sólo su utilidad, sino para desarrollar su talento. La mayoría quiere programas de financiación específicos para estos colectivos y formación en gestión empresarial.
El desaprovechamiento del talento es un lujo que no se permiten las democracias más desarrolladas de nuestro entorno. El diagnóstico de ERES nos visibiliza que hay un 43% que conoce casos de emprendimiento social de éxito y al mismo tiempo nos presenta todo tipo de barreras que todavía existen que impiden el desarrollo natural de las capacidades necesarias para liderar y emprender negocios vinculados a la innovación social. Los obstáculos más relevantes están ligados a la limitación en el acceso a recursos financieros, a la falta de redes o contactos y a los problemas legales y burocráticos. Una política inmigratoria inteligente se tomaría en serio la eliminación de estas barreras para aprovecharse del talento de las minorías y una nueva narrativa debería trabajar la asociación de la diversidad al talento.
No se trata dar ayuda humanitaria. Tampoco se trata de que nos ayuden en nuestras necesidades. El discurso que enlazaría más con los grandes retos que tenemos cómo sociedad sería el de que tenemos que poner todos los recursos necesarios para que no se desperdicie el talento de las minorías y población migrante que vive en nuestro país. En la encuesta se puede ver como las actuales narrativas dominantes les han proporcionado una visión estrecha del emprendimiento social.
Los primeros proyectos que le vienen a la cabeza a más del 75% de los encuestados son los que están relacionados con ayudar a otras minorías o a otras personas inmigrantes. La nueva narrativa tendría que ampliar esta visión estrecha y acercar referentes de éxito que no estén únicamente focalizados en la población migrante y en las minorías.
Creo que tanto los datos de la encuesta que ya he comentado, como los discursos cualitativos que se han recogido en la Plataforma ERES, tienen un mar de fondo que apunta a la fortaleza y ventaja competitiva que supone ser migrante para todo lo relacionado con el emprendimiento, incluido el social. Cuando se habla de revalorizar el gen emprendedor migrante se está conectando una realidad que ya está demostrada; los migrantes se caracterizan por tener iniciativa, poca aversión al riesgo y resiliencia, con una necesidad que empobrece nuestro país, el bajo nivel de emprendimiento e innovación. Todas las acciones encaminadas a introducir en el imaginario colectivo la capacidad de emprendimiento de los migrantes y minorías, conectado a los datos que colocan a España en los últimos puestos de Europa en número de emprendedores, activarán la esencia de la narrativa que han propuesto los propios migrantes y minorías en este estudio.